escrito por Mauricio Cambará F. - Gery Zurita M.
 
 La bronca explotó. Se jugaban los últimos minutos del encuentro y 
Oriente no lograba igualar. Los nervios afloraban; Nacional Potosí, que 
se había puesto en ventaja gracias a un gol de John Obregón, se defendía
 con uñas y dientes teniendo a Claudio Centurión como el jugador clave. 
Los hinchas no podían creer lo que pasaba, hasta que Fernando Saucedo 
igualó. ¿Se podía creer en la remontada? Muchos creyeron que sí, pero al
 final acabó dándose lo de siempre: empate en el Tahuichi, 1-1.
 El equipo acabó caído, sin explicación. Miguel Hoyos se hizo expulsar 
tontamente por rechazar un balón en forma de protesta, y sobre el final 
se dio un incidente entre los técnicos Erwin Sánchez y Carlos Leeb. 
Oriente volvió a quedarse a medias y aunque en principio sus chances de 
pelear arriba eran remotas, anoche acabó por enterrarlas.
 Su rival, en cambio, que llegaba como último en la tabla de posiciones,
 se pudo haber llevado la victoria. Obregón fue una tromba en ofensiva, 
les ganó casi siempre a Hoyos y a Mariano Brau en velocidad y hasta se 
dio el gusto de convertir el tiro penal. Sí, un penal que no admitió 
dudas, porque la falta de Diego Rodríguez en contra de Gary Paz, al que 
se llevó por delante en el área, no admitió discusión. A los 28’ el 
colombiano remató al medio del meta Carlos Arias y se fue a festejar.
 Parecía increíble, pero Nacional Potosí había hecho méritos. Gran 
trabajo de Centurión sacando todas las pelotas aéreas y desde el medio, 
Edson Zenteno y Roberto Paz bloqueando y entregando la pelota al mejor 
ubicado. Oriente, en esa primera etapa, apenas asustó con dos disparos 
de Alcides Peña que se fueron por un lado del arco de Eloy Padilla, 
porque después volvió a ser el equipo de siempre, con poco vértigo y sin
 claridad.
 En el complemento y obligado por la situación, Sánchez ordenó el 
ingreso de Adrián Cuéllar para ser más punzante por derecha y dejar la 
banda izquierda a Pedro Azogue. El equipo fue más incisivo, es más, 
arrinconó a su rival con Hernán Zanni y Ronald García más activo, pero 
no lograba acertar. Carando y Peña no eran finos y entonces Platiní se 
la jugó, primero con José Alfredo Castillo y después con Fernando 
Saucedo.
 Los de la visita se limitaban a mantener lo más lejos posible la 
pelota. La orden del técnico Carlos Leeb fue buscar la salida rápida 
aprovechando la velocidad de Obregón y que Oriente había adelantado 
líneas en procura de la igualdad. Y Nacional lo pudo liquidar a los 59’,
 ya que tras un perfecto pase de Zenteno (de los pocos volantes que se 
anima a dar pases entre líneas) Obregón dejó a Brau a medio camino, pero
 en vez de pegarle directo al arco prefirió buscar a Vallejo, que 
entraba por el otro sector, pero que llegó a destiempo para rematar.
 Tras el susto, Oriente continuó apretando. Cuéllar, Zanni y Carando 
ensayaron desde lejos, pero no bastaba, ya que todo se le hacía fácil a 
Padilla. Los minutos pasaban y en las gradas los hinchas se tomaban la 
cabeza y protestaban contra las decisiones del árbitro, entre ellas la 
expulsión a Hoyos, que pateó fuera de la cancha luego de que Luis Irusta
 hiciera repetir un tiro libre porque Cuéllar movió con el balón en 
movimiento.
 De todas formas y pese a jugar con uno menos, Oriente logró igualar a 
los 87’ gracias a Saucedo, que pescó un rebote en el área grande y 
fusiló a Padilla. El gol hizo soñar a los hinchas con la remontada, que 
al final no llegó porque Nacional supo defender el empate que bien pudo 
haber sido victoria. Tras el pitazo final varios albiverdes se 
derrumbaron. “Esto no puede seguir así”, dijo Carando, que, por cierto, 
no entregó una pelota a Castillo, que pudo desequilibrar. La realidad 
albiverde es amarga.
  
 La maldición de Oriente no tiene fin
 
  La peor campaña de Oriente no tiene final, en ocho partidos disputados
 en el estadio Tahuichi no conoce la victoria y tras 15 jornadas los 
albiverdes quedaron casi sin chance de pelear por el título del torneo 
Apertura.
  Tras la goleada sufrida ante San José, en Oruro, el presidente de 
Oriente, Miguel Ángel Antelo, dijo que esta era la peor campaña en su 
gestión (finales de 2007). Luego del triunfo ante La Paz F.C. (3-4), el 
mal momento albiverde no cambió, ya que de ocho encuentros que les tocó 
jugar en el Tahuichi no ganó uno solo y empató todos (incluido el 
clásico ante Blooming, que auspició de local). La única victoria de los 
albiverdes en suelo cruceño fue la que logró ante Real Potosí, duelo que
 disputó en Montero, pues en esa ocasión el Tahuichi estaba alquilado 
para otro evento, por lo que el club refinero decidió jugar en el 
Gilberto Parada.
  Hace una semana, ‘Choco’ Antelo ratificó a Erwin Sánchez como técnico,
 a pesar de que varios de los dirigentes que están en su plancha no 
estaban de acuerdo. Ayer, tras el partido, el titular reiteró su 
respaldo al entrenador. Eso sí, se fue con el resuello de los hinchas, 
todos molestos.
   
     Por dentro    
  
  Entredicho. Al final del partido, el técnico de Oriente, Erwin 
Sánchez, y el de Nacional, Carlos Leeb, tuvieron un entredicho, pues no 
estaban de acuerdo con algunas decisiones del árbitro; sin embargo, no 
pasó a mayores, pues Leeb dijo que era un momento de calentura nada más.
  
   
   Bronca. Hubo mucha bronca en los seguidores albiverdes, que se fueron
 a la entrada exterior de los vestuarios del local para insultar y pedir
 la salida de algunos jugadores y del entrenador. Para evitar 
agresiones, la Policía pidió que se retiraran y que siguieran su camino.
   
   Desazón. La dirigencia refinera, que estaba en el palco oficial del 
Tahuichi, no podía creer lo que estaba pasando en la cancha, donde su 
equipo estaba perdiendo hasta los últimos minutos del duelo. Aunque 
llegó el gol del empate, la desazón fue un sentimiento general.
 
* tomado de el diario digital www.eldeber.com.bo