“El error más grande es que la gente viene a joder a Wilstermann”, 
con esa frase sintetizó el entrenador Mauricio Soria el cuarto traspié 
que sufrieron los “aviadores” en lo que va del torneo Apertura de la 
Liga, esta vez ante Nacional Potosí (1-2)-colero de la competición- y 
desperdició la oportunidad de ascender al segundo peldaño de la tabla de
 posiciones del torneo Apertura de la Liga.
El 
timonel de los rojos argumentó que sus dirigidos juegan “atados” por la 
presión que ejercen sus parciales desde la tribuna durante el desarrollo
 de un determinado cotejo, advirtiendo, además, que si persiste esa 
conducta, podría  derivar en que la plantilla profesional “vuelva a 
jugar otra vez en el torneo Nacional B”.
El descargo
 de Soria se produce como consecuencia de la menguada producción 
futbolística que tuvo el equipo en la confrontación con los de la “banda
 roja”, a cuyo plantel fue incapaz de superar debido al excesivo déficit
 de creación, claridad y contundencia en el ataque.
Sin
 ser un dechado de virtudes Nacional Potosí se hizo de la victoria, con 
base en salidas de contragolpe, teniendo a Maximiliano Vallejos, Gastón 
Mealla y primordialmente al delantero colombiano Jhon Obregón como los 
bastiones del inobjetable triunfo que cosecharon, el segundo del 
certamen, después de aquel que conquistaron el 19 de agosto a costa de 
Aurora, en la Villa Imperial.
El par de llegadas con
 zozobra a la portería del meta Eloy Padilla en la primera parte resume 
lo improductivo que fue Wilstermann en ese periodo. Sin embargo, en el 
segundo ataque que germinó se puso arriba en el marcador ante la 
sorpresa de sus parciales, quienes observaron preocupados el desarrollo 
del partido porque el cuadro potosino fue el que, mediante jugadas de 
contragolpe, generó mayores cargas de peligro sobre el arco de Marcelo 
Robledo. Mealla se perdió por lo menos un par de ocasiones, de las 
cuatro a cinco que tuvo el equipo visitante. El primero a los 26’, 
cuando de media vuelta encontró bien ubicado a Robledo, tras recibir un 
servicio de Vallejos, y el segundo a los 35’, cuando un cabezazo suyo 
salió ligeramente desviado.
Dos minutos después, 
Andrada, tras servicio de Defranceso, llegó a exigir por primera vez a 
Padilla, empero, a los 39’, en la segunda llegada de los rojos, Pablo 
Salinas, con golpe de cabeza y aprovechando un envío desde la izquierda 
de Gerson García, mandó el balón al fondo del arco.
Con
 ese tanto esperanzador, Wilstermann ingresó con el designio de 
apuntalar su victoria, empero, se le complicaron las cosas cuando Axel 
Bejarano trabó dentro el área a Edson Zenteno, provocando el lanzamiento
 penal, que eficientemente ejecutado por Obregón a los 9 minutos.
Ese
 gol puso la piel de gallina a los “aviadores”, cuyo entrenador, en su 
intención de enmendar el desequilibrio en el mediocampo y ataque, ordenó
 el ingreso de Nicolás Suárez y Augusto Andaveris, en vez de Richard 
Rojas y Cristian Zárate; más antes había ingresado Mario Zanotti por 
Bejarano. El hecho de contar con mayor número de delanteros no fue la 
solución porque definitivamente no hubo creación en mediocampo.
Sobre
 mojado llovido. A los 27’ Obregón, la figura del partido, sentenció el 
marcador con un disparo bajo, a ras del piso, propiciando la 
desesperación en el cuadro anfitrión, también en sus parciales, quienes 
comenzaron a verter insultos ante la impotencia de hacer algo para que 
el equipo de sus amores salga de la adversidad.
Los 
minutos posteriores al tanto de Obregón fueron dramáticos porque un 
abatido Wilstermann se fue con todo en busca del tanto de la paridad, 
que al final no llegó pese a que Andrada estuvo cerca de concretarlo, 
pero Zenteno evitó su intención rechazando el balón sobre la línea, 
cuando Padilla yacía vencido.
Andaveris, sobre el epílogo, estrelló el balón en el vertical y en el 
Así el partido de ayer para 3 unidades mas... y gran logro del equipo de visitante 
*Estractado del diario Los Tiempos.... 
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